
Recibo un mail de Gabi en el que me cuenta que un supuesto artista latinoamericano ha hecho una performance que cosiste en atar un perro a la pared de una galería de arte y dejarlo morir de inanición.
¡Maldito psicópata, maldito hijo de puta que se permite jugar con la vida de otros seres indefensos! Gandhi dijo que el grado de civilización de una nación se evalúa en el modo en que trata a los animales. Sobran las demás palabras, ¿no?
Siento que mi discurso suene a lo que va sonar pero por una vez doy gracias de vivir en el primer mundo y por una vez entiendo que se hable de Tercer Mundo. La vieja Europa puede estar aquejada de todo tipo de otras dolencias pero al menos una cosa así sería impensable. Maltratadores los hay en todas partes pero jamás hubiesen podido serlo con la connivencia de la sociedad.
Al menos tenemos leyes, mucho más tibias de lo que algunos quisiéramos, pero hay algún pequeño-mínimo-ínfimo clavito al que agarrarse.
La indignación circula por cada uno de los centilitros de mi sangre, de mis entrañas. Mi corazón se desangra cuando evoco la imagen de ese animal pero lo peor es que ni tan siquiera mi cerebro es capaz de encontrar una explicación racional para semejante acto.
Maldito hijo de puta. Ha conseguido lo que quería, que se hable de él. Porqué , entre otras cosas, aquí estoy haciéndome eco de su vileza, de su maldad, de su mezquindad, de su perfidia, sí, puesto que a un simple acto de crueldad pretende darle una pátina de arte.
No caeré en la trampa, no voy a mentar su nombre pero voy a pediros que os unáis para boicotearle, para boicotear cualquier cosa que tenga relación con él. Por lo pronto, clicad aquí para impedir que pueda repetir la misma barbaridad en otra “galería de arte”.
La vida y la muerte son arte, tal vez, pero sólo Dios tiene derecho a jugar esta partida. Sólo Dios puede dar y quitar vida.
4 comentarios:
Ya son dos las personas que me han llamado esta mañana diciendome que al cerrar el e-mail se han puesto a llorar, yo por mi parte esta noche no podia cerrar los ojos sin que se me apareciese la imagen de este pobre perrito.
Si en mi mano estuviese le haria lo mismo a este hijo de la gran puta. Por favor, entre todos tenemos que pararlo. Habia pensado enviar este e-mail a todas las protectoras de animales.
Acabo de enviar el e-mail del perrito a todas las protectoras de España.
Ojala entre todos podamos hacer algo.
Comparto todo lo que decís, a excepción del comentario xenóbo. Soy argentino, un tercermundista como vos decís, y aborresco tanto ese acto de maldad pura como lo haces vos. De hecho tengo un Labrador Retriver, al igual que vos, y lo quiero más que a nada en este mundo. En mi casa lo tratamos como a un hermano.
En todo caso, tendrías que agarrartela con los gobiernos de Costa Rica y Honduras, que permite que aberraciones como estas puedan llevarse a cabo. En Argentina, una mierda semejante no duraría ni dos segundos; ese maldito asesino terminaría empalado con cualquier persona con un poco de sentido común.
Perdona si el comentario te sonó racista o xenofobo, ya avisé que no era mi intención. Sólo quería decir que en Europa sé seguro que estas cosas no se permitirían, porque hay leyes que así lo prohiben explicitamente. No lo tengo claro en latinoamerica (seguro que en Argentina no, pero en otros paises...)
Siento si te has sentido ofendido, de verdad no era mi intención generalizar y además estaba escrito desde la sangre caliente, desde el cabreo y desde las vísceras.
Gracias, de todas maneras por hacerme pensar sobre lo que escribo.
Publicar un comentario